domingo, 29 de marzo de 2009

Nueva Conducta Del Dolor

¿Quién sabe? No creo que
nadie sea capaz de recuperarse
de nada en vida.
Lo que ocurre es que se acostumbran.


- Douglas Coupland (El Ladrón de chicles)


Wittgenstein tiene una teoría bastante hermosa: Si un niño va corriendo, se cae y empieza a gritar, es una manera de expresar algo, en este caso el dolor. Después sus padres, o alguien más, no importa, viene y le enseña que en lugar de gritar con desesperación (porque igual se puede confundir con que está jugando), que pida ayuda. Si el niño, efectivamente, se vuelve a caer, pero en lugar de gritar despiadadamente, pide auxilio, lo que se tiene aquí es una nueva conducta del dolor.

En este caso, la conducta es enseñada. Pero no hay nada más sangriento que enseñarte a ti mismo la conducta debida para las circunstancias que acontecen en tu vida, acostumbrada de cosas ácidas y realmente agotantes.

A veces me gustaría ser creyente, pero no para tener a quién rezarle, sino para practicar de una manera espiritual (aunque no fundamentada, he ahí el error) esos conceptos de perdón, sacrificio, arrepentimiento, etcétera. No soy creyente, pero estoy segura de que esos conceptos no son exclusivos de la religiosidad, tienen un contenido humano bastante complejo. Soy humana, por lo tanto, creo que puedo entenderlos. Tal vez no practicarlos. De hecho ni vivirlos, sino padecerlos, hasta cierto punto. Puedo vivir de rituales, puedo también morir de ellos.

Y bueno, Dios Proveerá.

0 comentarios: