domingo, 27 de diciembre de 2009

De los idiomas

Yo evidentemente crecí hablando español, español es mi lengua materna y prácticamente la única dominada durante la mitad de mi vida. Me he jactado de haber aprendido inglés viendo la tele y después leyendo, las clases de inglés en la primaria pasaron desapercibidas para mi, tengo el claro recuerdo de alguna vez en sexto que pusieron "Believe" de Cher y en equipos teníamos que poner las palabras faltantes y yo no contribuí en lo absoluto, sólo asentía a lo que las demás decían.

En secundaria vi mucha mucha tele y ahí todo cambió y entonces sacaba diez en inglés y me ponía a jugar en clase porque, debido a mis inexistentes conocimientos en primaria, al hacer examen de colocación quedé en nivel básico, y entonces aprendíamos la diferencia entre do y does durante tres años. La prepa funcionó prácticamente igual, sólo que a esa altura ya me volaba la clase y me metía a clases ajenas a sentarme y platicar y si la cosa se ponía fea me escondía en los baños de primaria.

Y luego vino la universidad y ahí las clases igual fueron de hueva (Una vez un hombre/señor/adulto medio fósil nos dijo que parecíamos retrasados mentales porque eramos caos en todas las clases), confieso la única que disfruté fue Inglés VI porque aprendimos a hacer diagramas de gramática y entonces hacíamos cosas tan padres como esta y yo las disfrutaba de sobremanera. Pero a eso no iba, esto iba a que también en la universidad empecé a leer literatura en inglés y ahí todo cambió.

A pesar de estudiar Letras Inglesas mi autor favorito seguía siendo García Márquez, pero después de unos dos o tres años universitarios mis hábitos de lectura por placer cambiaron radicalmente. Esto lo digo porque hice mi lista vaga de lo leído este año y tengo sólo un libro en español (Dejando afuera la crítica), sólo uno. Cuando compro libros suelen ser en inglés, cuando intenté leer Frankenstein en español fue de hueva total, pero en inglés fue bien bonito y lo disfruté mucho y entonces ahora no leo traducciones (De autores angloparlantes pues) porque pues no es lo mismo.

Cuando compro libros que no son originalmente en inglés o en español suelen ser traducciones a inglés, por ejemplo Jelinek o Ibsen o Nïn. Y otra cosa importante es la poesía, creciendo no leí poesía fuera de la escuela, en la universidad sólo leí poesía en inglés y aprendí a disfrutarla y a analizarla y ver lo que en realidad era, la poesía en español me es completamente ajena y confieso que cuando he intentado escribir algo siempre sale en inglés.

He llegado al punto en que, para escribir, los dos idiomas me son ajenos. Poesía más porque sólo sale en inglés por la costumbre, ensayos es bien difícil porque pasé cuatro años haciéndolos en inglés y ahora al hacer la tesis(na) en español tengo muchos pedos, muchas veces quise decir nevertheless o despite y muchas muchas veces más tuve pedos con la gramática porque los puntos, las comas y los puntos y comas no funcionan igual que las commas, los semicolons y los periods. Tengo además tremendos pedos porque siempre quiero escribir Miércoles y no miércoles o Enero y no enero o Español y no español porque así funciona en inglés, ohhhhh y el hacer la bibliografía es peor, porque yo la he manejado siempre con puntos y no con comas como debería de ser en español.

A lo que iba todo esto es que me siento medio traidora de la lengua. Siento traiciono al español al no quererlo leer, creo que hasta podría sentirme hipócrita al respecto, hablo diario en español pero me niego a leerlo literariamente. Y entonces así es, teniendo a dos idiomas que me son ajenos pero que igual manejo casi en exclusividad en un medio, uno hablado y el otro escrito, y sintiendo traición a uno de los dos porque lo dejo atrás a voluntad.

viernes, 25 de diciembre de 2009

La vida durante el SPM no debería existir. Y como excusa es peor.

Porque básicamente todo se desmorona. Nada tiene sentido, te sientes mal por todo, te enojas por todo, lloras por todo. Nada es justo, quieres tirar la toalla, de repente todo te parece confuso y piensas que hiciste mal por esperar o no esperar.

Pero como excusa: el horror. Mejor decir "no me veas, apaga la luz y hablemos cuando todo esté mejor".

"Estoy en mi SPM". Mariconadas.

O todo como tal, como nada.

martes, 22 de diciembre de 2009

Un sujeto entra en una floristería y compra semillas, al salir tropieza y cae en cemento fresco, mientras tanto, la guerra nuclear se desata y el mundo perece con él, sumergido en cemento, que, por su humedad y densidad le salva y lo convierte en el último hombre sobre la faz de la tierra. Días después, al alzar la cara, nota que las semillas florecieron sobre el cemento. "Tal vez no nos merecíamos esto", piensa. Lós últimos días de su vida los dedica a pavimentar kilómetros y kilómetros plantando flores. Mientras lo hace, se imagina edificios corporativos rebosando de flores por todos sus muros, con ejecutivos saliendo de sus oficinas en la tarde y cortando una para llevársela a sus esposas. Sólo por si alguien hubiera llegado a sobrevivir, desde entonces lleva a cabo su tarea vestido de traje para tener ambas cosas a la mano: la formalidad del saludo del hombre elegante y el detalle amoroso de tener una flor a la mano.





Este post se me ocurrió después de escuchar Ghost ship in a storm, de Jim O'Rourke, que viene en el disco Eureka.

viernes, 4 de diciembre de 2009

De ex, perros y mudanzas

Ahí tienen que yo tenía una novia que desde como seis meses después de empezar a andar me decía que viviéramos juntas. Yo ahí era desempleada y la veía lejos porque además resulta que el oficio predominante de lo que estudié es algo que yo desprecio.

Entonces ya, lo pidió y lo pidió y luego empecé a trabajar y después de insistir e insistir que ya que ya que cuándo un día me dice que en enero y yo dije ok. Y ya, así fue. Y luego tienen que dejamos de andar y como mes y medio después vi que extrañaba cabrón a mis perros [Oh sí, es peor que la custodia de los hijos porque ni modo que uno los recoja de la escuela o les hable por teléfono] y entonces dos meses después decidí saldría de mi casa.

Y ahora ando buscando departamentos y pensando cómo será extrañar poder comprar una Big Mac cuando se me antoje o ya de perdis un pan Bimbo [Porque hay lujos que son sacrificables y otros que no, para mi la comida es sacrificable, pero internet y cable no] y me pregunto si es absurdo el decidir salirme de mi casa y pagar renta y no comer con tal de pasar más tiempo con mis perros y no haberlo hecho por pasar más teimpo con la ex.

Está cagado ¿No?


jueves, 3 de diciembre de 2009

es como esta imagen ampliada de una explosión en cartón con un apoyo para que se mantenga parado, como los de las tiendas de fotografía


Mientras escribo esto tengo varias cosas resonándome en la cabeza, cosas que debo hacer, a saber:

-tomarme mi jugo de uva en envase de bob esponja que compró mi mamá, acompañado de un sandwich

-ver el Monterrey-Toluca a las 9

-terminar mi carta-despedida para el amor de mi vida

-tengo frío en los pies



el capítulo de los simpsons en el que homero entra en un trance psicodélico por comer chiles (uno de los pocos episodios en el que se introducen técnicas de animación distintas y uno de muchos con elementos de mofa tropical) tiene algunas cosas fuertes, como cuando se da cuenta que marge no es su alma gemela. ya sé, el concepto alma gemela suena a catecismo sabatino, pero
no deja de ser curioso. o no sé, pero por algo escribo al respecto. almas gemelas. no creo en eso, pero sí creo en eso de saber qué va a decir el otro. tenía una amiga, era algo así como mi gran amor en la prepa, pero me la saqué de la cabeza (mis hormonas funcionan a destiempo y de formas demasiado artificiosas, apenas me empieza a crecer el bigote). sabía perfectamente lo que diría segundos antes que lo hiciera, y ella adivinaba todos y cada uno de mis estúpidos movimientos. le gustaba fernando delgadillo y no tenía grandes motivaciones en la vida, pero, tú sabes, drop the leash, we are young. muchos años después de eso, lo más cercano a este gran amor no sabe lo que diré, no se ríe de todos mis chistes y no siempre se aparece. todos mis resentimientos contra las generaciones más jóvenes no son sólo consecuencias de mis propios ímpetus y cosas de la naturaleza y eso, sino mi experiencia más cercana con estas generaicones jóvenes. de las muchas cosas tontas que hago pero que sé que la banda entiende cómo y por qué las hago, ella, al parecer, no entendía ninguna. hubo una vez en que me preguntó, sin ambigüedad, por qué me gustaban esas cosas que me gustaban (como los programas clase z del canal 4 o el futbol). se lo expliqué, y fue embarazoso. el amor no funciona así. ni siquiera en las películas de woody allen. cuando lo más cercano a este amor i'd die for you te dice que no entiende tu furor, suspiras y te tomas un momento. no es como describir a esta chica boba que conoces en una fiesta en sábado y el miércoles ya no la soportas, no, es como cuando ves que también el conocer a alguien es un proceso lento. aparecen cosas que brillan y te deslumbran y te emocionas, pero los astros no se alínean para que corran por el prado. siempre he pensado que el amor en estos tiempos de el camión no pasa después de las nueve y media es como esta escena de dos enamorados debajo de un plátano gigante de utilería. no creo que sea tan difícil, pero desde el escritorio (el comedor, de hecho) de un servidor, con el frío en los pies, la semifinal de la liguilla a las nueve y mi sandwich y ah, el amor, no sé. tengo que terminar como dos cuartillas de this endless babble, this cheesy love babble y, como dice borges, postergamos lo impostergable.